APARIENCIA Y COMPOSICIÓN:
- El suelo vinílico se compone de policloruro de vinilo (PVC), un plástico a base de resina que es esencialmente cubierto por una capa de caucho, texturizado y pigmentado para crear diversos diseños, desde patrones florales hasta patrones geométricos, mármoles y piedras, e incluso maderas, cerámicas o ladrillos. Está disponible en rollos, láminas y tiras, así como en tablones, para la instalación con un adhesivo especialmente diseñado para ello.
- Los suelos laminados se fabrican a partir de fibras de madera muy comprimida y resina de melanina. El modelado, hecho con frecuencia para parecerse a la madera y piedra natural, se logra mediante una capa de papel de diseño que se sella a la base sobre un panel de fibra de alta densidad (llamado comúnmente HDF) y se recubre con un polímero transparente.
DURABILIDAD:
Ambos suelos, son considerados bastante duraderos, y no suelen experimentar abolladuras, arañazos, decoloración y deformación. Ambos materiales, cuentan con productos diseñados para una gran afluencia de tráfico, así como para ambientes húmedos, es decir, baños y cocinas.
- Un suelo laminado de baja calidad, puede despegarse consecuentemente si no está bien instalado. Algunos laminados se ven afectados negativamente por el calor excesivo o la luz solar directa, y pueden deformarse o decolorarse si están en cuartos húmedos o en lugares de gran tránsito.
- Por el contrario, los suelos vinílicos, pueden funcionar bien en ambientes húmedos o de gran transito pero cabe resaltar que el agua estancada, el calor y el sol excesivo son susceptibles de decolorar el vinilo y hacer que se despegue.
INSTALACIÓN:
- El suelo vinílico goza de buena adherencia, preferiblemente si es sobre una superficie lisa y limpia. Si es una superficie porosa como el mármol, habrá que aplicar una imprimación antes de poner el nuevo suelo. Algunas marcas y estilos permiten la instalación flotante (sin cola ni otros materiales) y otras directamente hay que encolar las planchas al suelo o mediante un adhesivo.
- Una de las ventajas de la instalación de los suelos laminados es que los podemos poner sobre distintas superficies como cerámica, PVC o cemento. Si lo vamos a colocar sobre cemento, antes debemos aplicar una masilla niveladora. Antes de cualquier acción es necesaria la preparación de la estancia, nivelado y limpieza del suelo. Una vez iniciado el proceso de instalación comenzamos con la colocación de los aislantes (acústicos, humedad etc.) y la elección de la forma de instalación final con las láminas.
MANTENIMIENTO Y REEMPLAZO:
Los suelos vinílicos y laminados deben limpiarse con productos especificos especialmente por el fabricante del suelo. Mantener ambos materiales libres de polvo y agua, poner especial cuidado a la hora de barrer las superficies evitando cepillos con cerdas muy fuertes, y fregar regularmente, ayuda a preservar, proteger y mantener el aspecto de estos suelos.
RESUMEN DE DIFERENCIAS:
- El suelo Vinílico es ideal para entornos públicos y con alta afluencia de público, muestra una conducta de mayor resistencia al agua que cualquier otro material. Es el material perfecto para sustituir al suelo cerámico, porque posee unas cualidades muy similares pero con muchas facilidades de instalación en tiempo y coste menor. Cabe destacar, que hoy en día, hay suelos vinilicos que imitan perfectamente a la madera por lo que le pueden dar un toque mas formal y acogedor a nuestro suelo.
- El suelo Laminado es idóneo para viviendas donde quieran tener la calidez de la madera, pero sin los problemas y cuidados que ello conlleva. Y para lugares públicos que quieran tener productos totalmente naturales y con un valor ecológico. En definitiva crear espacios donde no se quiera perder las prestaciones de la madera, pero con una mayor resistencia a arañazos, agua etc.