Las ventanas de la cubierta son claves a la hora de protegernos del frío en invierno y del calor en verano. Por esta razón, es importante mantener las ventanas en buen estado para sacarles el máximo beneficio.

Pero, ¿cuándo debemos cambiar estas ventanas? ¿Cómo podemos saber que ha llegado el momento?

Aprovechando que llega el buen tiempo, vamos a presentar algunos motivos que te indicarán si ya es la hora de renovar tus ventanas.

 

  • Estamos rehabilitando una habitación o vivienda y queremos hacer cambios en la decoración como actualizar las antiguas ventanas de madera por los nuevos acabados en color blanco que mejoran la iluminación y encajan con las actuales tendencias de decoración.

 

  • La madera del marco de las ventanas se encuentra deteriorada por falta de mantenimiento, pequeñas fugas o la condensación del cristal. Si las esquinas de las ventanas se han oscurecido y sigue la condensación en verano, significa que es hora de sustituir las ventanas por un acabado más resistente y duradero.

 

  • Vemos que se producen pequeñas corrientes de aire y tenemos perdidas de aislamiento. Esto suele pasar cuando el mantenimiento de las ventanas de tejado no ha sido bueno. La madera tiende a deformarse con los años y los cercos de estanqueidad se secan provocando fugas y corrientes de aire. Probablemente la mejor idea es colocar un pre-marco aislante.

 

  • Notamos que se produce condensación con facilidad entre el doble acristalamiento y en el cristal interior. Esto se debe a una posible rotura de estanqueidad del vidrio. Los acristalamientos actuales tienen mayor calidad y mejores propiedades de aislamiento térmico y acústico.

 

  • Notas que el cristal está más oscuro. Eso se debe que con los años ha perdido el gas interior, reduciendo la capacidad de aislamiento. Una ventana con cierta opacidad también dificulta la entrada de luz en la casa, siendo necesaria más luz artificial y por tanto, generando un aumento del consumo energético y su coste.